Hablar de Caro es hablar de coherencia, sensibilidad y una profunda sabiduría puesta al servicio del bienestar de los demás. Es de esas psicólogas que no solo escuchan, sino que realmente leen el alma; que acompañan sin juicio, que inspiran con el ejemplo y que transforman con su mirada profesional y humana.
La admiro profundamente por su compromiso ético, su claridad para abordar los temas más complejos y su habilidad para generar espacios seguros, reales y esperanzadores. Es, sin duda, una de esas personas que marcan la diferencia —y el camino— en el mundo de la salud mental.
Trabajar a su lado, o simplemente aprender de ella, es un privilegio.
Paciente